Cuatro estaciones 3
Categoría: Cuentos | Fecha: 15/09/2018
Primavera-De regreso a casa
Cap. 31
Me despedí de Daisuke aunque no me diese respuesta alguna.
Regresaba a mi hogar.
Debería apresurarme.
Mamá me regañaría mucho cuando llegue. No le avisé que me iría con mis compañeros para visitar a Daisuke.
El amanecer cayó y se oscureció. Las estrellas estaban en el cielo.
Todos regresaron a sus casas, fui el único que se quedó haciendo más compañía a Daisuke. Creo que mañana lo visitaría de nuevo, pero esta vez más entusiasta.
"¿Mm?"
Mi bolsillo vibró. Era mi celular. Alguien me estaba llamando.
Cap. 32
Hundí mi mano sobre mi bolsillo, tomé mi celular. Abrí la llamada y era Ami.
"¿Hola? ¿A-Ami-chan, que sucede?"
Fruncí el ceño.
"¡Izanagi-kun! ¡Ocurrió algo horrible! ¡Hana desapareció!"
Cap. 33
Reaccioné de más. Esta vez las cosas iban en serio.
"¡¿Cómo?!"
Incapaz de comprender la situación, me sentí obligado a preguntar de nuevo para confirmarlo al cien por cien.
"Ella desapareció, dijo que quería estar a solas al igual que tú, pero nos descuidamos y de repente se nos perdió de vista."
Ami hablaba desesperadamente en el teléfono, pues decir las circunstancias en que está, sería difícil contarlo a través de su móvil.
"Aún la estamos buscando por todas partes y todavía no la encontramos. Si la encuentras, por favor, avísanos."
"Está bien."
Cap. 34
En el momento que estaba a punto de cortar la llamada pude ver algo que se posicionaba en el puente; la silueta de una persona como si fuera a tirarse del mismo.
Me dio tanta curiosidad que decidí acercarme un poco para ver qué estaba pasando.
Al avanzar unos metros adelante estaba muy cerca del puente, y la persona que resultaba ser quién estaba asomado a los barrotes del mismo era Hana.
Creo que la encontré.
Cap. 35
"¡Ami-chan! ¡Llama a todos! ¡Encontré a Hana-chan!"
Dije mientras empezaba a correr muy rápido para acercarme a ella.
Apuré el paso y no me dio el tiempo suficiente para colocar el celular sobre mi oído, así que lo puse en alta voz.
"¡¿Qué?! ¡Izanagi-kun, ¿dónde estás?!"
"¡Diles a todos que vengan rápido al puente que está en dirección al cementerio!"
"¡Está bien, lo haré! ¡Has todo lo posible para calmar a Hana!"
"¡Entendido!"
"¡Espéranos allí, trataremos de llegar lo antes posible!"
"¡Muy bien! Adiós."
"Adiós, Izanagi-kun, confiaremos en ti."
Cap. 36
Corrí lo más rápido que pude. Y logré llegar hasta debajo del puente.
Levanté mi mirada hacia arriba y Hana estaba atajándose de los barrotes.
"¡¡Hana-chan!!"
Ella miró debajo. Había una distancia más o menos de diez metros entre nosotros.
"¡¿Izanagi-kun?! ¡¿Qué estás haciendo aquí?!"
"¡¡Vine a detenerte!! ¡¡Hagas lo que hagas, no intentes hacer algo peligroso!!"
Cap. 37
"¡No te metas en mis asuntos, Izanagi-kun!"
"¡Ya has ido demasiado lejos con esto, Hana-chan! ¡Debes calmarte!"
"¡Lo mismo dijiste en el cementerio y no dio resultado!"
Hana se sostenía muy fuerte de los barrotes. El mínimo error que cometiera ella... lo haría hacer cosas que yo no me atrevía a imaginar.
"Hana-chan... ¡¿Qué carajos tratas de hacer?!"
Incluso con sus propias palabras sofocadas en la ironía me hicieron sentir miedo.
"C-cuando haga esto... podré volver a estar con Daisuke de nuevo."
Cap. 38
"¡Hana-chan, piénsalo dos veces! ¡Esto no es lo que Daisuke quisiera!"
"..."
Creo que al decirle eso pude razonar con ella por primera vez.
"¡Hana-chan, por favor, tienes familia y un futuro que seguir con tus compañeros! ¡Podemos enfrentar esto, juntos!"
Mis palabras no funcionaron,
y se volvieron en vano.
"Lo siento... Izanagi-kun... "
Sus lágrimas se desbordaban de nuevo.
Cap. 39
"Dile a todos que fue un gusto tenerlos como verdaderos amigos. Los amo. Siempre los recordaré y atesoraré todos los buenos momentos que viví con ustedes. Por favor, deséenme buen viaje."
"¡¡HANA-CHAN!!"
Ella dejó soltar el peso de su cuerpo hacia adelante,
cayendo de cabeza.
Logré escuchar que susurraba mientras caía:
"Los estaré esperando... junto a Daisuke. Ahora sí, podré estar con él eternamente."
Hana iba acercándose más y más
por la fuerza de la gravedad hacia abajo.
De repente, pude sentir que ella cayó encima de mí a una gran velocidad.
Oscuro. Borroso. Incierto.
No podía ver nada.
En un momento sentí... que el mundo desapareció frente a mis ojos.
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